En la edición anterior de “Casa del Pueblo” me toco hacer un análisis previo a las elecciones del pasado 28 de octubre, donde sobre todo, expresaba la necesidad y la importancia de asistir decisivamente a las urnas para apoyar nuestra idea de cambio o continuidad de la realidad política, social y económica de Baradero. En este número, me toca realizar un razonamiento pos elecciones, en el que me encuentro con la enorme satisfacción de visualizar una gran expectativa de los ciudadanos de sostener y consolidar este sistema democrático, asistiendo masivamente a realizar unos de los derechos más importantes, el voto.
Los baraderenses somos conducidos desde hace 15 años por el actual modelo de gobierno local. Quien en sus comienzos contaba con el apoyo del 60% de la comunidad y que hoy se encuentra, reflejado en la última contienda electoral, en su peor momento con solamente el 28.5 % expresando claramente el descontento social masivo y el rechazo a la continuidad del mismo.
El lector debe estar esperando que a continuación debele cual es el espacio político que, con un potencial del 71,5 % de disconformidad, está construyendo la alternativa para nuestra ciudad. Debo decirle que no es fácilmente visible. Que si el ganador logró su objetivo con lo que generalmente obtiene la minoría, no contó con una oposición responsable que pudiera representar los intereses de la mayoría.
Los ciudadanos no se sintieron representados por el oficialismo motivo por el que no lo apoyaron en su generalidad, confiando el voto hacia una alternativa que la oposición tampoco ha tenido la capacidad de representar ni construir, ya que basada en un principio de mínimas diferencias, no ha trabajado sobre las coincidencias.
Con este análisis no intento radiografiar un abismo sino que, por el contrario, hacer hincapié en que tenemos una sociedad que al menos a través del sufragio, apoya lo que cree que es positivo para la mayoría, como lo hizo contundentemente a nivel nacional y rechaza los modelos que contienen intereses para unos pocos, como claramente sucedió a nivel local, mas allá de que estos dos niveles compartían la misma boleta sabana, aunque no la idea.
El corte de boleta también ha sido protagonista y reflejo de la actitud de los ciudadanos de hacer valer fuertemente su pensamiento, materializado en que gran parte de los votos que fueron a la oposición local, acompañaron el proyecto del Gobierno a nivel nacional. Esto expresa también, que estamos en presencia de candidatos a intendente oportunistas que, mas allá de no compartir la idea con modelos nacionales, integraron su misma boleta y candidatos locales que quizás avalan acciones y propuestas de distintos aspirantes a presidente, no tuvieron la posibilidad de ocupar ese espacio. Los partido que representamos la idea progresista, ya no contamos con la excusa histórica de que los baraderenses votan siempre lo mismo. Ellos pusieron su parte, nosotros los políticos, debemos encontrarnos en el dificultoso pero fructífero trabajo de articular las diferentes propuestas con un sentido común. Basándonos en la necesidad de cambio y consolidación de la alternativa responsable. Trabajando sobre las coincidencias. Para que en el futuro, ellos: los ciudadanos y nosotros: los políticos, seamos parte de un todo que comience a cambiar la dura realidad local que padecemos desde hace mas de una década.
Los baraderenses somos conducidos desde hace 15 años por el actual modelo de gobierno local. Quien en sus comienzos contaba con el apoyo del 60% de la comunidad y que hoy se encuentra, reflejado en la última contienda electoral, en su peor momento con solamente el 28.5 % expresando claramente el descontento social masivo y el rechazo a la continuidad del mismo.
El lector debe estar esperando que a continuación debele cual es el espacio político que, con un potencial del 71,5 % de disconformidad, está construyendo la alternativa para nuestra ciudad. Debo decirle que no es fácilmente visible. Que si el ganador logró su objetivo con lo que generalmente obtiene la minoría, no contó con una oposición responsable que pudiera representar los intereses de la mayoría.
Los ciudadanos no se sintieron representados por el oficialismo motivo por el que no lo apoyaron en su generalidad, confiando el voto hacia una alternativa que la oposición tampoco ha tenido la capacidad de representar ni construir, ya que basada en un principio de mínimas diferencias, no ha trabajado sobre las coincidencias.
Con este análisis no intento radiografiar un abismo sino que, por el contrario, hacer hincapié en que tenemos una sociedad que al menos a través del sufragio, apoya lo que cree que es positivo para la mayoría, como lo hizo contundentemente a nivel nacional y rechaza los modelos que contienen intereses para unos pocos, como claramente sucedió a nivel local, mas allá de que estos dos niveles compartían la misma boleta sabana, aunque no la idea.
El corte de boleta también ha sido protagonista y reflejo de la actitud de los ciudadanos de hacer valer fuertemente su pensamiento, materializado en que gran parte de los votos que fueron a la oposición local, acompañaron el proyecto del Gobierno a nivel nacional. Esto expresa también, que estamos en presencia de candidatos a intendente oportunistas que, mas allá de no compartir la idea con modelos nacionales, integraron su misma boleta y candidatos locales que quizás avalan acciones y propuestas de distintos aspirantes a presidente, no tuvieron la posibilidad de ocupar ese espacio. Los partido que representamos la idea progresista, ya no contamos con la excusa histórica de que los baraderenses votan siempre lo mismo. Ellos pusieron su parte, nosotros los políticos, debemos encontrarnos en el dificultoso pero fructífero trabajo de articular las diferentes propuestas con un sentido común. Basándonos en la necesidad de cambio y consolidación de la alternativa responsable. Trabajando sobre las coincidencias. Para que en el futuro, ellos: los ciudadanos y nosotros: los políticos, seamos parte de un todo que comience a cambiar la dura realidad local que padecemos desde hace mas de una década.
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