¿Salimos del Barro? 15-09-07

Ya es de público conocimiento la situación político-social desarrollada días pasados en Baradero, en relación al Medio Ambiente.
Los diferentes sucesos se desatan a partir de una decisión política del Ejecutivo local, acompañada por los concejales que conducen la línea del Intendente Aldo Carossi, que establecía la instalación de una planta de tratamiento de Barros Industriales en el territorio de esta ciudad.
Un grupo de ciudadanos comenzaron a estudiar el tema, instalarlo en la sociedad como una problemática de todos y de esta manera, se logró que el pasado 11 del corriente, se auto convocara una asamblea de mas de 300 personas, exigiendo la no instalación de este tipo de empresas, lográndolo a través de una ordenanza del bloque de concejales oficialistas dos días después, en una sesión extraordinaria del Honorable Concejo Deliberante (HCD) local.
Deberíamos comprender que esto es lo que sucedería en cualquier sociedad civilizada del mundo y de hecho aprovecho esta instancia para reivindicar la actitud ciudadana de los autos convocados, de estar atentos y ante una injusticia, manifestarnos en pos del bien común.
El ciudadano, como tal, no nace ante una injusticia y muere junto a la canalización de la misma. Por lo que me he dado la posibilidad de intentar comprender, el cambio Radical y repentino, del oficialismo ante este tema.
¿Es equívoco pensar en que: quien toma la decisión política de instalar una planta de tratamiento de componentes contaminantes, de semejante envergadura como los Barros Industriales, seguramente habiendo estudiado el tema con la responsabilidad necesaria, de un paso atrás por que la sociedad manifestó lo contrario?
Está pregunta puede tener una respuesta ambigua, pero lo que está claramente expresado es que es una decisión política tomada acorde a los tiempo electorales, debido a lo siguiente.
El intendente manifiesta públicamente que detrás del “NO A LA INSTALACIÓN DE LOS BARROS INDUSTRIALES” hay intereses políticos. Definitivamente los había, ya que fueron los interese políticos ambientalistas de los ciudadanos, los que impulsaron la manifestación popular por una mejor calidad de vida para todos.
En lo que nadie pensó, excepto el oficialismo, es en capitalizar el tema desde los intereses político-partidarios.
A la asamblea auto convocada por los Ciudadanos, llegó un proyecto de ordenanza firmado por 6 integrantes del bloque de Concejales oficialistas, que era una copia del presentado en el HCD con anterioridad por la oposición, en la sesión del 4 del corriente en la que si se hubiera aprobado este último, no se habría llegado a la instancia de aterrar y preocupar a la comunidad.
Haber llegado a este punto pone en evidencia al oficialismo acerca del desinterés sobre medioambiente por un lado, y el interés de capitalizar el problema por otro, tomando un protagonismo positivo respecto a su resolución y no a la cuestión de fondo.
El intendente propuso un proyecto que hipotecaría la salud de los ciudadanos de por vida. Ante la manifestación del pueblo que ya no admite injusticias, opta por desestimar su propuesta original, con un proyecto en contra de lo que meses atrás parecía una salida económica importante para Baradero y que solo el creía.
Parece que el mecanismo que nos ofrecen y por el que intentan mostrarnos labores positivas para los ciudadanos, es el de, primeramente, hacernos sentir en riesgo y luego, volviendo la situación política a su estado original, “salvarnos”.
En definitiva esto expresa la ausencia de progreso con la que diariamente convivimos los baraderenses.Estas metodologías no solo expresan que existe un objetivo primordial del oficialismo, que reflejado en sus funciones, muestra el interés de perpetuarse en el poder, sino una ideología vacía de principios

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